¿Y a mí quién me cuida?

May 21, 2021 | Uncategorized

Y a mí, ¿quién me cuida?

¿Quién no ha cuidado alguna vez en su vida de alguien? Esto es debido a que el ser humano tiene la capacidad de hacerlo de manera innata,por ejemplo, cuando hablamos de instinto maternal. La cuestión es la siguiente, ¿cuántas veces has cuidado de alguien olvidando tu bienestar y tu salud? Aquí ya no hablamos de instintos, sino del peso que la sociedad tiene sobre las mujeres.

Desde pequeñas nos enseñan que nuestro papel en el mundo es el de cuidadoras. Jugamos con bebés a los que proteger, con “cocinitas” para alimentar, e incluso existen juguetes que representan kits de limpieza. Poco a poco nos van
introduciendo un mensaje bien claro:

“tienes que cuidar de los demás y da igual lo que te dejes por el camino”;

Un mensaje, que lamentablemente, pocas veces cuestionamos.
En edades tempranas puede no haber problema con esto pues tenemos energía suficiente para desempeñar nuestras funciones y, además, prestar atención a los demás, pero llega un punto en el que esto empieza a pasar factura a nuestro bienestar. Además, en la vida pueden existir etapas en las que necesitamos de los cuidados de otros como, por ejemplo, en un proceso de enfermedad, donde probablemente sí demos nuestra aprobación a las personas que nos rodean para hacerlo y, lo mejor, nos permitamos dejar de cuidar durante un tiempo para ser cuidadas. Pero ¿qué pasa cuando necesitamos ser cuidadas sin más?

Hay momentos en los que requerimos de los cuidados del resto, independientemente del motivo que acompañe dicha necesidad (o, incluso, aunque no exista una razón aparente). Es en este punto donde surgen los problemas y las luchas internas con una misma.
Sentimientos de culpa al dejar de atender a las personas que nos rodean, enfados por no poder dar de nosotras lo que se espera o miedo a que se enfaden o nos abandonen las personas importantes para nosotras al cambiar nuestra manera de actuar.
En particular, el embarazo, el parto y el postparto son etapas de gran importancia para las mujeres y en las que en muchas ocasiones necesitamos de la ayuda y el cuidado de otras personas. No obstante, existe la creencia de que lejos de ser atendidas, tenemos que estar al doble de energía para poder llevar por delante todos nuestros quehaceres. Ya puedes imaginarte (en caso de no haber pasado por esto) lo complicado y lo cansado que se vuelve todo a nuestro alrededor.

¿Qué puedes hacer para comenzar a incluir los cuidados en tu vida?

  • Date tu lugar. Considera que eres merecedora de la atención, el cuidado y el afecto de los demás sin dar nada a cambio y reconoce que eres una persona valiosa.
  • Acaba con la presión. Entiende y acepta que no eres una super heroína y que, a veces, no puedes hacerlo todo sola y todo bien. Date la oportunidad de fallar y no te castigues por ello. Asume que a veces no podrás dar más de ti y, otras veces no querrás hacerlo.
  • Cuida de ti misma. Los autocuidados son fundamentales. Una vez entiendas que te mereces estar bien, resultará menos difícil para ti dedicarte el tiempo necesario para cubrir tus necesidades y estar contigo misma.
  • Comunícate. No tengas miedo a pedir ayuda, a relegar tus tareas (en muchas ocasiones impuestas) y a hacer con tu energía lo que quieras.

 

El cambio, como siempre, está en ti. Mi pregunta ahora es,

¿Estás dispuesta a dejarte cuidar?

Alicia Dahlander

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